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Fig 1. Tubos de ensayo donde podemos apreciar
la sangre centrifugada de la cual separaremos la fracción superior: el
plasma rico en plaquetas. |
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Para una mejor comprensión del envejecimiento cutáneo
es de gran utilidad profundizar en el conocimiento de la fisiología de
la piel y de los mecanismos que entran en juego en el deterioro que acompaña
a la edad.
La piel es el órgano más extenso del organismo
y responsable de nuestra apariencia externa. Está formada por células,
fibras y matriz extracelular. Biológicamente podemos decir que los años
traen consigo una disminución del número de células, de fibras
de colágeno y de elastina e importantes alteraciones en la matriz extracelular.
Esto provoca la merma del grosor de la piel y de su capacidad de renovación
y reparación, especialmente motivada por la menor producción de
factores de crecimiento y acúmulo de radicales libres. Además, la
mala circulación trae consigo una disminución del aporte nutritivo
y de las secreciones glandulares (ecrinas, apocrinas y sebáceas) y retención
de líquidos: La piel se deshidrata y tienda a la descamación, se
hace más laxa y pierda tersura, se forman arrugas y aparece la flacidez,
el descolgamiento y la atrofia tisular, principalmente, del tejido graso subcutáneo,
muscular y óseo. Como consecuencia de todo lo anterior aumentan las alteraciones
cutáneas como manchas pigmentadas, queratosis senil, verrugas seborreicas,
nevus, etc. El conjunto de estas modificaciones provocan un aspecto cansado, senil
y, con frecuencia, se acompaña con la pérdida de seguridad y rechazo
de la propia imagen.
En el deterioro que acompaña al envejecimiento cutáneo
intervienen dos tipos de fenómenos: unos genéticos (innatos) y otros
debidos a agentes externos. La experiencia clínica nos dice, sin duda,
que el componente congénito es la causa más importante de la flacidez
de la piel y de las partes blandas de la cara: se heredan las características
físicas de la piel. Entre los agentes externos el sol es el más
perjudicial: El daño actínico crónico es la causa del fotoenvejecimiento
de la piel (elastosis) y se caracteriza por la acumulación de fibras elásticas
deterioradas producidas por fibroblastos cuyo material genético ha sido
alterado por los rayos ultravioleta (UV). El tabaco es otra de las causas de envejecimiento
cutáneo puesto que induce la formación de radicales libres y disminuye
el nivel de defensas antioxidantes provocando alteraciones histológicas
similares a la elastosis.
• Rejuvenecimeinto cutáneo con láser
• Factores de crecimiento
• Mesoterapia facial
• Peeling facial
• Ácido retinoico
• Microdermoabrasión
• IPL: fotorrejuvenecimiento
• Basher AW, Novotny MJ, Hanna PE. Failure of
oral taurine supplementation to influence skin-flap survival in rats. Plast Reconstr
Surg 1995; Apr 95(5):888-893.
• Hom DB, Baker SR, Graham LM, McClatchey
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in skin flaps. Laryngoscope 1988; May 98(5):521-526.
• Persico G, Amato B, Aprea G, Cerfolio P, Markabaoui
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lesions of the lower limbs in arteriopathic patients: a controlled randomized
study. Drugs Exp Clin Res 1995;21(5):187-198.
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